PALABRA COLECTIVA es un espacio que te invita a reflexionar sobre los temas actuales de nuestro país y nuestra comuna

LA DEUDA ODIOSA Y LOS FONDOS BUITRES - El origen del mal.


En estos últimos tiempos es habitual escuchar sobre “los fondos buitres”, la necesidad de pagar la deuda a fin de evitar que el país entre en default, y la justificación de la “pesada herencia kirchnerista” a la hora de explicar los porqués de la actual gestión económica, que entre otras, lleva más de 154.000 despidos entre el sector público y privado, devaluación, inflación, tarifazo, AJUSTE. Medidas que caen sobre las mayorías, reduciendo su poder adquisitivo.
En este contexto, se vuelve necesario hacer un repaso histórico para poder entender cuánta verdad encierran estas profecías. Ante todo, es necesario remarcar que esta materia se remonta a los orígenes de nuestra República. Pero, espacio y limitación de caracteres obliga, haremos un recorte histórico, que aún así esclarece el tema que nos ocupa.

La deuda externa, se contrajo casi en su totalidad, a partir de la última dictadura cívico militar que abarcó el periodo 1976-1981. Este proceso que se autodenominó de “reorganización nacional” tenía como objetivo instalar una matriz económica, insertando a nuestro país en el sistema financiero mundial a través de una economía regulada exclusivamente por el mercado.
Esta decisión política, provocó una masiva fuga de capitales, y el consecuente vaciamiento de las reservas de nuestro Banco Central.
 Los iluminados de aquella época, con Martínez de Hoz a la cabeza, encontraron LA solución a la soledad de las arcas del Estado: ENDEUDAMIENTO. Las encargadas de solicitar préstamos en dólares al FMI fueron nuestras empresas públicas. Las divisas así obtenidas en vez de invertirse en dichas empresas, se giraron al Banco central, para ser comprados por privados y a su vez, enviados al exterior. De esta manera, nuestras empresas públicas, fueron obligadas a endeudarse para mantener este esquema financiero de fuga de capitales.
 Las obligaciones contraídas con el FMI, asimismo, implicaron una pérdida importante de nuestra soberanía económica, puesto que, el Fondo imponía sus propios condicionamientos para la entrega de divisas: la meta era bajar la inflación y para eso había que reducir la demanda. Esto se lograba disminuyendo la capacidad adquisitiva de la gente: se bajan los salarios, se suben los precios. Otra medida “sugerida” era abrir los mercados a productos extranjeros, aniquilando todas las barreras proteccionistas, ahogando a las pymes que no podían competir con productos importados. También impusieron la reducción del gasto público, aumentar los impuestos, privatizar las empresas públicas. Es decir, Impusieron las medidas que les eran funcionales a sus propios intereses financieros. Cualquier parecido con nuestra realidad actual no es pura coincidencia.

SOBREMOJADO... CAVALLO, 1ER ACTO


Llegando el año 1981, con un 50% de deuda externa pública y 50% privada, se decidió estatizar las deudas privadas, que fueron en su mayoría operaciones de autopréstamos (disfrazaban sus inversiones como solicitudes crediticias). Asi, todos los argentinos nos endeudamos para pagar deuda de empresas privadas con sus ganancias en dólares en bancos extranjeros. No solo eso, sino que nunca se iniciaron las acciones para recuperar esas sumas pagadas por el Estado en esta estafa. Los Macri, fueron unos de esos grupos financieros que se beneficiaron con estas transacciones. (Sobre este punto volveremos en nuestra próxima publicación...no te la pierdas). Aunque este nivel de impunidad parece inverosímil, esto no acaba aquí.

MENEM Y EL PLAN BRADY: CAVALLO 2DO ACTO



En 1989, ante la imposibilidad de seguir pagando los vencimientos de la deuda, se hizo necesario reestructurar la misma. El ex- presidente Menem, autorizó a Cavallo, acordar con los bancos acreedores los términos de un canje. Para determinar el monto de la deuda se recurrió a los mismos bancos porque el ministro de economía no contaba con los registros contables de las obligaciones contraídas. En limpio: le preguntamos a los acreedores cuanto les debíamos. Todo el control y administración de la deuda externa estuvo en manos de los mismos bancos acreedores.(El plan financiero fue confeccionado por el JP Morgan).
A pesar que nuestra Constitución Nacional dispone que sólo el Congreso puede autorizar tomar deuda, Menem habilitó a Cavallo a través de decretos a instrumentar contratos que acordaran con los bancos acreedores los términos del canje. Y ya que estaban.....se pactaron intereses sobre intereses, la jurisdicción exclusiva a los tribunales de Nueva York, Londres y Frankfurt, y la renuncia a oponer la defensa de inmunidad soberana. La decisión sobre el destino de todos los argentinos fue regalada al capital extranjero. Esta operatoria fraudulenta sirvió para reconocer el valor nominal de títulos que valían solo 5.868 millones de dólares, pasando el Estado a suscribir obligaciones por un valor de 23.000 millones de dólares.


DE LA RUA Y EL HELICÓPTERO: CAVALLO 3ER ACTO


Pedir préstamos para pagar deudas de préstamos anteriores es lo que se llama financiación del déficit. Este esquema claramente insostenible para siempre, decantó en el año 2000 con un blindaje a nuestro país, ya que los vencimiento de la deuda eran de imposible cumplimiento. Cavallo, como solución, instrumentó un megacanje de títulos-pateando el problema en el tiempo, UNA VEZ MÁS, pagando deuda con deuda más cara.
 El endeudamiento insostenible, la desindustrialización, la sobrevaluación del peso, el Estado ausente, los altísimos niveles de pobreza y desempleo hicieron del año 2001, uno de los momentos más tristes en nuestra historia, que culminó en los trágicos acontecimientos del 20 y 21 de diciembre, y el chupete De la Rúa abandonando el barco hundido en helicóptero.
Aquí entran en la escena los fondos buitres, que son capitales especulativos que compran deuda de los Estados próximos al default en el mercado a un valor más barato, pero exigen al país el 100%, con el único fin de litigar y obtener ganancias desmesuradas. Cuando el país llega a una situación de suspensión de pagos y hace una oferta pública de canje, los buitres no aceptan a pesar que igualmente con estos tendrían enormes ganancias, reclamando importes que no pagaron. En un mundo justo se requeriría que cada acreedor acredite por cuanto y como compró esos bonos. Pero, el mercado financiero internacional se rige por otra balanza de justicia. Desde el 2001, los buitres demandan al Estado Argentino, exigiendo embargos sobre nuestros bienes en todo el mundo. Intentan con ello obtener una ganancia de más del 1.600%. Estos fondos representan cerca del 7% de los acreedores.

LA PESADA HERENCIA



Este esquema perverso tuvo un quiebre con la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia de la Nación, desde donde impuso su decisión de dar punto final al negocio millonario de los capitales multinacionales que venían lucrando descaradamente a costa del saqueo de nuestros recursos.
En el año 2006, la Argentina dejó de tener deudas con el FMI, recobrando nuestra soberanía política- económica y fijando planes de gobierno sin intromisiones ni condicionamientos foráneos. En esta misma lógica, en el año 2009 se reabrió el canje de deuda para los que no habían aceptado la propuesta inicial de reestructuración en 2005 con una quita de capital del 70%. Esto llevó a un 93% los niveles de adhesión de bonistas. En el año 2014 también se canceló la deuda con el club de París.
Esta fue la pesada herencia para el capital financiero internacional: En la última década, Argentina disminuyó la deuda pública en relación al PBI un 73% (solo teniendo en cuenta el periodo 2003/2010), convirtiéndose en el país que más se desendeudó en el mundo.
Pero los buitres, se mantuvieron por fuera de esos canjes y El fondo Elliott Associates de Paul Singer ( quien financio la campaña de Mauricio Macri ) demandó a la Argentina ante la Corte de Nueva York en 2011 donde el juez Griesa falló a favor de éstos. Este mismo juez, ordenó la retención de las sumas depositadas por el país para el cobro de los bonos reestructurados por parte de los tenedores que entraron en el canje.
Ante esta situación el entonces Ministro Axel Kicillof emitió un aviso de pago a los Tenedores de deuda reconociendo su derecho al cobro y ratificó la voluntad de cumplimiento. Luego se aprobó la Ley de Pago Soberano, que permitió el pago en Buenos Aires de la deuda reestructurada.
Argentina, sentó el precedente para discutir la injusticia del sistema financiero internacional, y la necesidad de dictar reglas justas y claras a fin que los Estados puedan restructurar sus deudas de manera soberana, sin que el costo implique el hambre de los pueblos. Esto llevó a que la propia ONU aprobara la propuesta de Argentina y del G77 + China como un futuro marco legal para que los países avancen en ponerle un freno al accionar de los fondos buitre.

CAMBIEMOS FUTURO POR PASADO



La nueva gestión Cambiemos encabezada por Macri, representó un retroceso en la política económica-social argentina. Su filosofía apuntó al ingreso de dólares al país, a través del incremento de exportaciones e inversiones extranjeras, dejando actuar al mercado como principal regulador de la economía. Pero esta lluvia de dólares, nunca llegó.
A la par, entre sus primeras medidas, se encontró la tan añorada, "salida del cepo", que provocó la fuga de 5000 millones de dólares al exterior. Frente a este deplorable panorama, nuevamente, a estos capitalistas rabiosos les queda una única salvación: el endeudamiento externo. Y es por eso que nuevamente, plantearon un CANJE, para acordar con los fondos buitres, lo que implicó un aumento de la deuda externa en 20 mil millones de dólares, sólo para tener abiertos los caminos a nuevos créditos del FMI. VOLVEMOS de esta manera A LA POLÍTICA DE ENDEUDAMIENTO PARA FINANCIAR EL DÉFICIT.
 Más allá que de acuerdo esta decisión no tiene nada, porque estamos pagando lo que los buitres piden bajo las condiciones que imponen, este sometimiento voluntario nos trae un riesgo de dimensiones inconmensurables: que los tenedores de deuda reestructurada cuestionen los acuerdos que el gobierno alcanzó con los tenedores de deuda en default, invocando un igual derecho. Esto es que el 93% de los bonistas que aceptaron el canje con una quita del 70%, litiguen contra nuestro país, pidiendo lo mismo que se está pagando a los fondos buitre.
En este entender, esta escueta síntesis, refleja que la actual gestión política y económica de Cambiemos, no resulta un actuar simplemente inoperante e improvisado. Por el contrario, es totalmente funcional a los intereses de los sectores financieros que ellos mismos representan. Representan sectores que se ven absurdamente beneficiados con una megadevaluación, ya que son tenedores de divisas en dólares en cuentas extranjeras. Representan sectores que se ven beneficiados con la puesta en marcha de esta bicicleta financiera, hoy otra vez girando alrededor de operaciones especulativas de valor de divisas.
 Y este eterno esquema de saqueo, es determinante a la hora de analizar el déficit fiscal y la pobreza, ya que son recursos que en vez de invertirse en nuestro país, generando trabajo y producción, son girados al exterior, evadiendo impuestos , a fin de obtener ganancias en el mercado especulativo. Hoy hay 350.000 millones de dólares afuera del país, de los cuales el 90% se fugó en negro, evadiendo impuestos.
Por eso Macri tiene 15 cuentas offshore en paraísos fiscales, por eso Paul Singer le financió su campaña presidencial, por eso sus primeras medidas, fueron la salida del cepo, la vía libre a la fuga de divisas y el pago a los fondos buitres con una negociación nula acatando todas las condiciones impuestas.

LA REFLEXIÓN OBLIGADA.


Después de repasar la historia de nuestros ciclos de endeudamiento, sería interesante reflexionar sobre algunas ideas que Horacio Verbitsky expone en su libro "CUENTAS PENDIENTES: Los cómplices económicos de la dictadura." Verbitsky señala un denominador común entre los tres primeros gobiernos de la democracia, a partir de 1983: la división “natural” entre economía y política, posibilitada por la difusión mediática del pensamiento de los economistas liberales.
Esta separación, en realidad, es una operación de sentido que presenta las decisiones económicas como neutras, meramente administrativas, mientras que las decisiones de gobierno de los hombres se muestran conflictivas e interesadas. Por lo tanto, la economía debía ser “autónoma”, sin intervención de la política y quedar bajo los dictados del mercado, aunque para satisfacerlo se produjera un daño enorme en el tejido social.
Al prescindir de los golpes militares en el ascenso al poder-, llegando por la vía democrática- para aplicar las recetas neoliberales, la oligarquía dominante no necesita justificarse frente a la violencia impersonal de los mercados: es natural la desigualdad, es la única realidad posible e imaginable. No se sabe a quién responsabilizar: simplemente sucede.
Es a partir de 2003 que se reconfigura esta percepción de la realidad: las circunstancias empiezan a tener nombre y apellido, la política empieza a manejar la economía, adquiere rostro el mercado, se recupera el sentido.
Por eso creemos necesario alertar (alertarnos) sobre los peligros a que estamos expuestos como país y como región. No vienen por nosotros en algún futuro apocalíptico: ya están acá. El Mal se llama neoliberalismo. Al neoliberalismo le sobra gente, y esa gente somos todos nosotros.